LA ABUELA QUE QUERÍA A LOS PÁJAROS Después de atravesar varios pueblos siguiendo las bandadas de gorriones, la abuela llegó por fin al pequeño y lejano bosque. Poco a poco iba entrando hacia el centro del bosque. Después de mucho buscar encontramos un gran descampado, aquello era espectacular, estaba rodeada de miles y miles de pájaros, con todo tipo de alimentos. La abuela entró y nada más entrar se le acercó un gorrión… ¡Era él¡ Y la abuela le dio las gracias al gorrión y volvió a casa.
Después de atravesar varios pueblos siguiendo las bandadas de gorriones, la abuela llegó por fin al claro de un pequeño bosque dónde había muchas calabazas en el suelo. Entonces la abuela supo que se estaba acercando. De pronto vio a muchos gorriones salir de los árboles e izar el vuelo. Enseguida reconoció al gorrión que ella había cuidado y le hizo señas para que mirara hacía allí. Cuando el gorrión la vio, fue directamente dónde ella se encontraba y se posó en su hombro. La abuela la dio una semilla de cerezo para que cuando creciera el gorrión pudiera comer otra cosa que no fuera arroz. SANTIAGO CARRASCO MORO 6ºA
Hola maestra. El cuento que mandaste: Un día, la abuela cogió sus maletas; pensaba hacer un viaje. Quería hacer algo: ir a buscar al gorrión. Para empezar, se le había ocurrido seguir a una bandada de pájaros. Después de mucho caminar y caminar tras esos pajarillos, encontró a un animal con rostro sonriente. Era él. Ella lo cogió entre sus brazos, le acarició su suave pelaje y tuvo una idea. Le iría a ver cada día y se encontrarían en ese mismo lugar. Le mimaría, le cuidaría y jugaría con él como agradecimiento por esa semillita tan especial. Cada día, ambos se encontraban en ese viejo roble. La anciana veía como el pájaro crecía y formaba una familia. Fue cuidando a los hijos del pájaro, como sus hijos o nietos. Es anciana mantuvo una ''amistad'' con ese pájaro. Esto nos demuestra que debemos ayudarnos mutuamente y tratarnos como hermanos
Soy Santiago Chaparro maestra, aquí te dejo el cuento:
Después de atravesar varios pueblos siguiendo las bandadas de gorriones, la abuela llegó por fin al claro de un pequeño bosque. Allí encontró una cabaña de madera y al lado había un huerto de calabazas. Al acercarse, la abuela vio a un hombre trabajando la tierra y le preguntó: - Oiga señor, estoy buscando a un gorrión, ¿no habrá visto usted por aquí alguna bandada? - ¿Para que lo busca usted ?-preguntó el hombre. - Es que quiero darle las gracias por un regalo que me hizo. Entonces, el hombre dio una palmada y aparecieron muchos animalitos, entre ellos un gorrión. La abuela lo reconoció enseguida, era su pequeño pajarito. - Las gracias habría que dárselas a usted por haber cuidado de él.-explicó el hombre a la abuela-Estas semillas de calabaza son mágicas y se les dan a las buenas personas que con sus actos ayudan a los más débiles y necesitados. Esa ha sido la recompensa para usted y su familia.
LA ABUELA QUE QUERÍA A LOS PÁJAROS
ResponderEliminarDespués de atravesar varios pueblos siguiendo las bandadas de gorriones, la abuela llegó por fin al pequeño y lejano bosque. Poco a poco iba entrando hacia el centro del bosque.
Después de mucho buscar encontramos un gran descampado, aquello era espectacular, estaba rodeada de miles y miles de pájaros, con todo tipo de alimentos.
La abuela entró y nada más entrar se le acercó un gorrión… ¡Era él¡
Y la abuela le dio las gracias al gorrión y volvió a casa.
FIN
Pedro Manuel 6ºB
LA ABUELA QUE QUERÍA A LOS PÁJAROS
ResponderEliminarDespués de atravesar varios pueblos siguiendo las bandadas de gorriones, la abuela llegó por fin al claro de un pequeño bosque dónde había muchas calabazas en el suelo. Entonces la abuela supo que se estaba acercando. De pronto vio a muchos gorriones salir de los árboles e izar el vuelo. Enseguida reconoció al gorrión que ella había cuidado y le hizo
señas para que mirara hacía allí. Cuando el gorrión la vio, fue directamente dónde ella se encontraba y se posó en su hombro. La abuela la dio una semilla de cerezo para que cuando creciera el gorrión pudiera comer otra cosa que no fuera arroz.
SANTIAGO CARRASCO MORO 6ºA
Maestra,esta canción me ha gustado mucho y me parece muy bién que en este blog haya canciones.
ResponderEliminarHola maestra. El cuento que mandaste:
ResponderEliminarUn día, la abuela cogió sus maletas; pensaba hacer un viaje. Quería hacer algo: ir a buscar al gorrión.
Para empezar, se le había ocurrido seguir a una bandada de pájaros. Después de mucho caminar y caminar tras esos pajarillos, encontró a un animal con rostro sonriente. Era él. Ella lo cogió entre sus brazos, le acarició su suave pelaje y tuvo una idea. Le iría a ver cada día y se encontrarían en ese mismo lugar. Le mimaría, le cuidaría y jugaría con él como agradecimiento por esa semillita tan especial.
Cada día, ambos se encontraban en ese viejo roble.
La anciana veía como el pájaro crecía y formaba una familia. Fue cuidando a los hijos del pájaro, como sus hijos o nietos. Es anciana mantuvo una ''amistad'' con ese pájaro. Esto nos demuestra que debemos ayudarnos mutuamente y tratarnos como hermanos
Soy Santiago Chaparro maestra, aquí te dejo el cuento:
ResponderEliminarDespués de atravesar varios pueblos siguiendo las bandadas de gorriones, la abuela llegó por fin al claro de un pequeño bosque. Allí encontró una cabaña de madera y al lado había un huerto de calabazas. Al acercarse, la abuela vio a un hombre trabajando la tierra y le preguntó:
- Oiga señor, estoy buscando a un gorrión, ¿no habrá visto usted por aquí alguna bandada?
- ¿Para que lo busca usted ?-preguntó el hombre.
- Es que quiero darle las gracias por un regalo que me hizo.
Entonces, el hombre dio una palmada y aparecieron muchos animalitos, entre ellos un gorrión. La abuela lo reconoció enseguida, era su pequeño pajarito.
- Las gracias habría que dárselas a usted por haber cuidado de él.-explicó el hombre a la abuela-Estas semillas de calabaza son mágicas y se les dan a las buenas personas que con sus actos ayudan a los más débiles y necesitados. Esa ha sido la recompensa para usted y su familia.
Espero que te guste, hasta mañana.